La finca de Es Canons fue objeto en los noventa de un plan de urbanización finalmente frustrado cuando el primer Pacto de Progreso desclasificó la zona. Unos años antes, en 1989, las Normas Subsidiarias de Artà habían calificado la finca como urbanizable. A pesar de la oposición del GOB, cuatro años después se aprobó el Plan Parcial que daba luz verde al proyecto. En 1995 empezaron unas obras que finalmente se paralizaron apenas arrancar.

El rechazo de la opinión pública primero y después de las administraciones al proyecto llevaron a la protección definitiva, con una modificación de la Ley de Espacios Naturales en 2000, que calificó la zona como Área Natural de Especial Interés (ANEI). Diez años más tarde, una sentencia del Tribunal Supremo condenó al Govern a indemnizar Cala Veya SL con 4,8 millones de euros. Al cabo de un año, el ayuntamiento de Artà solicitó al gobierno central que comprara la finca.

Es Canons tiene una extensión de casi 1,8 millones de metros cuadrados. Dispone de unas casas originales de possessió y las casas de Betlem, utilizadas para actividades lúdicas. Cala Veya SL llegó a tramitar la legalización de un helipuerto cerca de las casas, que en julio de 2014 recibió el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente.