Casi tres años después de la muerte del joven David Grimaldos, electrocutado cuando tocó una farola del paseo Antoni Estarellas de Bunyola, esta vía ha vuelto a recuperar el alumbrado.

La noche del jueves se encendieron por primera vez las nuevas farolas, cuyas obras de instalación se han llevado a cabo durante los últimos tres meses. Tras la muerte del joven el 31 de agosto de 2014 y la detección de numerosos fallos en toda la red de iluminación de esta calle, se instalaron focos provisionales, que se han mantenido hasta el pasado miércoles.

Se han instalado un total de 34 nuevas farolas, más de las que había anteriormente. Además, se ha ampliado la iluminación hasta el cementerio. Las nuevas farolas se sitúan a pie de calle, a diferencia de las antiguas que estaban sobre la barandilla del paseo.

El sistema presenta también numerosas mejoras técnicas. Se trata de farolas LED que cuentan con un programa de regulación de la iluminación, que controla la intensidad lumínica desde la puesta del sol hasta el amanecer. El nuevo sistema ha tenido un coste de 110.000 euros financiados con el plan especial de inversiones sostenibles del Consell.