Fieles a la ancestral tradición, los Cossiers de Algaida danzaron para rendir tributo a Sant Jaume. Ayer al mediodía, tras la misa de fiesta cantada por l´Orfeó Castellitx, el grupo ritual protagonizó los típicos bailes en la placeta de l´Església. Un año más, el momento culminante, el punto álgido de las celebraciones, cuando la música autóctona de xeremies, flabiol y tamborino interpretó Titoieta-Mort del dimoni. Acrobáticos saltos y triunfo de los Cossiers escenificado con el dimoni finalmente temblando y pisoteado por todos, aunque luego resucite y cobre aún mayor ´rabia´.

El origen y el sentido histórico de los Cossiers son múltiples: antiguo rito matriarcal, fecundidad y prosperidad de la tierra, corredors del Cós, victoria del bien sobre el mal, simple transgresión (antaño la dama era encarnada por un hombre), etc. Sea como fuere, siglos les amparan y continúan levantando admiración. No en vano desprenden tradición, elegancia, creencia popular, misterio, magia.

Este 2017 los bailes del día 25 corrieron a cargo de Guillem Andreu y Guillem Puigserver (ambos se estrenaron), Pere Ferragut, Guillem Mascaró, Toni Barceló y Xesc Cerdà. El dimoni, Joan Antoni Juan, mientras que la dama, Laura Ferragut. La música de costumbre, aportada por Mateu y Alexandre Mulet y Mireia Oliver. Cabe apuntar que el lunes, con el singular Quadrat, debutaron los Cossiers Pau Fiol y Ramon Bibiloni. Se jubilaron, en esta ocasión, Sebastià Verger, Miquel Ballester y Joana Maria Llompart.

Las Festes de Sant Jaume brindaban ayer más citas para todos los gustos. Hoy, Santa Anneta, papel estelar de las carreres de joies, Premi Ciclista y Premi Santa Anneta, poniendo el broche el concierto a cargo del distinguido Tomeu Penya y Géminis y la traca.