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Patrimonio

El deterioro de Rafaubeig

El Ayuntamiento ha iniciado los trámites para que la zona militar y la privada sean declaradas parque natural de Ponent

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El deterioro de Rafaubeig

Antiguas dependencias militares tapizadas de grafitis. Ventanas destrozadas que dejan ver restos de hogueras, latas y botellas rotas diseminadas por el suelo de lo que un día fueron garitas de vigilancia. Techos a punto de derrumbarse, en casetas frecuentadas por jóvenes y demás curiosos. Un pozo abierto, a la entrada de una gran construcción, sin ninguna medida de protección ni señal informativa que advierta de su peligro. Y túneles sin clausurar, que pueden ser transitados por cualquier amante de las emociones fuertes.

En este estado de abandono se encuentran las edificaciones de la zona militar de Rafaubeig (propiedad del ministerio de Defensa), a la que se accede por una valla metálica cerca de El Toro fácilmente flanqueable por un costado, como lo demuestran los senderistas y ciclistas que se encuentran por su interior.

En un recorrido a lo largo del camino que conduce a las diferentes construcciones militares que antaño albergaron soldados y maniobras varias, el visitante no se encuentra con ningún tipo de vigilancia ni aviso, salvo algunos carteles colgados en árboles que rezan: 'Propiedad del ministerio de Defensa, prohibido el paso'.

La zona militar de Rafaubeig forma parte del última gran pulmón verde que se encuentra en la costa de Ponent, marcada por el desarrollismo urbanizador de las últimas décadas. En total, más de 800 hectáreas, repartidas entre la propiedad militar y dueños privados; un espacio ANEI en que el Ayuntamiento propuso recientemente la creación de un Parc Natural de Ponent, tras una moción de Esquerra Oberta.

Desde su cargo de concejal no adscrita, Isabel Manresa aboga por ir más allá y por adquirir esta "joya natural" calvianera. "Dado su interés ecológico, paisajístico y turístico, está plenamente justificada la adquisición y blindaje por parte de las administraciones públicas", argumenta. De hecho, presentó una moción en este sentido en el pleno del pasado mayo, que fue rechazada.

Reconociendo la complejidad de negociar con los otros propietarios privados, que poseen la mayor parte de Rafaubeig, la concejal Manresa considera que sí debería hacerse un esfuerzo mayor para lograr que el ministerio de Defensa adecente la zona militar y evite posibles riesgos para los visitantes que se acercan hasta este espacio singular.

Cuentan en la zona que grupos de jóvenes suelen utilizar estos espacios para su ocio, practicando el botellón, como lo atestiguan los restos de botellas. Relatan también los vecinos que alguna vez se han llegado a encontrar cadáveres en esta zona de fácil acceso a través de El Toro, una localidad eminentemente residencial.

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