Los usuarios de la piscina municipal de Pòrtol han visto como durante algunas horas de estos días pasados no han podido disfrutar de un capuzón en las instalaciones públicas.

El lunes alrededor de las siete horas y treinta minutos de la tarde, el socorrista desalojó el agua e impidió el baño debido a la aparición de excrementos presumiblemente de origen humano, se supone que han sido defecaciones efectuadas por algún usuario.

El miércoles y jueves ocurrió lo mismo, pero esta vez al haberse detectado entre las seis y seis y media, a las ocho los usuarios pudieron volver a bañarse.

Los bañistas se quejan de que pagan una entrada o una cuota de socio y reclaman una mayor vigilancia para evitar estas supuestas gamberradas que les perjudican y dicen muy poco de la solidaridad y educación de los autores de estas bromas de mal gusto.