El Instituto Geológico y Minero de España (IGME), organismo público de investigación adscrito al ministerio de Economía, Industria y Competitividad, recomienda la instalación de fosas sépticas homologadas en las viviendas de la urbanización de Cala Pi, Vallgornera y es Pas, debido a "el elevado riesgo de derrumbamiento sobre la cavidad y otras zonas de las urbanizaciones" que supondría una obra de la envergadura de la construcción de la red de alcantarillado.

Una opción que en las conclusiones del informe que ha elaborado este organismo público, tacha de "muy poco viable". "Hidrogeológicamente, el área de las urbanizaciones es de vulnerabilidad muy elevada respecto a la contaminación de las aguas subterráneas y el posible impacto que puede tener en la cueva, un hecho que implica la necesidad de implementar un sistema eficaz para el tratamiento o recogida de aguas pluviales y fecales", concluye el informe del IGME.

La instalación de fosas sépticas individuales de recogida de fecales homologadas "en las edificaciones antiguas y modernas, es una opción viable, más sostenible y que genera menos impacto sobre el medio". Asimismo, el IGME recomienda que se clausuren todas las fosas sépticas de las viviendas que conecten con la cavidad, y que en su lugar se instalen sistemas nuevos y modernos para el tratamiento de fecales.

El documento del Instituto Geológico también desaconseja la construcción de una depuradora, tal como se ha planteado, porque "el ensayo de bombeo ha puesto de manifiesto la alta transmisividad del acuífero en la zona" y por tanto "en caso de construir la depuradora y que esta vierta aguas tratadas sobre el terreno, podría modificar rápidamente la geoquímica de las aguas subterráneas, alterando en último término el agua de la cueva y el sistema ambiental asociado".

En este mismo sentido se apunta a que el vertido de aguas residuales depuradas en estos lechos de los torrentes que atraviesan la zona de Cala Pi-Vallgornera, supone un elevado riesgo de que el agua se infiltre en la cavidad "aunque la depuración del agua sea muy elevada". En cuanto a la construcción de conducciones hasta la depuradora, a 4,2 kilómetros de distancia o a la de s'Arenal (17,6 km), el IGME considera que son "soluciones muy poco viables", ya que por un lado existe riesgo de modificar los parámetros geoquímicos del agua subterránea, y, en relación a la segunda opción, apunta que "la distancia entre los dos puntos supondría un impacto ambiental muy notable en la Marina de Llucmajor.

El concejal de Urbanismo, Jaume Tomàs (Més) apunta que el próximo paso del Ayuntamiento será elevar a pleno una modificación del planeamiento urbanístico pidiendo al Consell la exención de la obligación de construir el alcantarillado.