La estación de tratamiento de aguas residuales de Inca. Como consecuencia sólo se ha depurado el agua a un 20% de lo habitual.

Normalmente el agua tratada por la depuradora se vierte en una gran balsa de riego. Esta agua es utilizada por una comunidad de regantes. Para el mantenimiento de este embalse los usuarios liberaron carpas. Sirven para eliminar la proliferación de plantas acuáticas y a la vez como indicador del estado del agua.

Fuentes próximas a la comunidad alertaron de que observaban desde hace unas semanas la aparición de carpas muertas en los márgenes de la balsa y sospecharon que podría haberse producido alguna contaminación.

La primera avería sufrida por la depuradora se produjo en uno de los dos grandes estanques donde el agua se oxigena para que las bacterias descompongan la materia orgánica. Los difusores de aire se estropearon por un desgaste normal debido al uso continuado.

Cuando estaban siendo sustituidos se rompieron los del segundo estanque por las mismas causas. Este diario ha podido comprobar personalmente como el personal de mantenimiento de la depuradora ha estado trabajando a marchas forzadas para subsanar las deficiencias, pero no ha podido evitar el vertido de miles de litros de agua casi sin depurar al torrente.

El miércoles, con uno de los estanques a pleno funcionamiento y trabajando en el otro, el agua que se depuraba estaba ya en mejores condiciones pero aún se veía bastante turbia por lo que no se prevé que se vierta a la balsa de riego hasta hoy.

También se estropeó la bomba que evacua los fangos, pero se ha alquilado una provisionalmente hasta que se adquiera otra.