El alcalde de Vilafranca, Montserrat Rosselló (Partit pel Poble) ha pedido al Govern un listado de los posibles alquileres vacacionales irregulares de los que tenga constancia en el municipio, para poder iniciar una intervención a nivel local y aumentarles la tasa anual que cada vivienda por las basuras generadas. "Debemos actuar ahora para que el problema no vaya creciendo, y si tiene que ser de esta forma pues que sea así", explica Rosselló, para quien esta es la única manera de frenar el enorme aumento en la basura generada en los últimos años, y que colapsa de forma especial los contenedores de basura situados en foravila y al punto verde local.

"No veo justo que mientras una persona normal paga 175 euros anuales, los propietarios de inmuebles vacacionales sin declarar paguen lo mismo si generan más", señala, en alusión a las numerosas reformas que últimamente se han puesto en marcha en casas y chalés del municipio, cuyos proyectos dejan vertidos irregulares y colapso tanto de los contenedores, como del punto verde, que en ocasiones se ha visto obligado a cerrar de forma temporal para poder continuar con normalidad.

Según la propuesta municipal y una vez que se tengan los datos oficiales y se haga un estudio al respecto, los irregulares pasarían a pagar la tarifa por basuras que debe abonar anualmente un bar, es decir, 900 euros. Un aumento espectacular de más de 700 euros por no acatar con las normas. La de restaurante o bar es la tarifa más alta, habiendo otra para pequeños comercios, de 500 euros al año.

"El Govern deberá informarnos ahora y actuaremos, porque o se recicla o se tomarán decisiones que no van a gustar", redunda Rosselló, quien explica que durante los últimos días miembros de la brigada han tenido que recoger, en dos viajes, grandes cantidades de residuos y muebles viejos del pinar den Bala, probablemente procedentes de alguna reforma. El alcalde se queja también del colapso que sufre el punto verde, que ha tenido que cerrar durante horas para hacer frente a la masificación. "Son muchos los vecinos de municipios limítrofes como Porreres, Sant Joan o Petra que vienen a Vilafranca a lanzar su basura o que tienen un carné del punto verde de algún familiar pero que ellos ya no viven aquí".

Nuevas banderas

Montserrat Rosselló ya tiene a punto las banderas para colocar en el balcón municipal de cara a las fiestas de la Beata. De esta manera ya ha recibido la española y la mallorquina, que próximamente serán cambiadas, puesto que las que hay se han descolorido con el sol. El alcalde también explica que no ha habido ninguna crítica ni problema con la nueva enseña del municipio, renovada por el propio Rosselló quien es, además autor del diseño.

La bandera incorporada hace un año, presenta la senyera con las cuatro barras rojas sobre fondo amarillo, con el escudo municipal de Vilafranca en medio. La mayor diferencia es la incorporación de una franja violeta en vertical, con la silueta en blanco del pueblo con la parroquia, "para que así quede bien representado también el color mallorquín", ha significado Rosselló, quien reconoce su idea.