Después de cumplirse una década desde que el consistorio serverí dejara de incluir en el programa de fiestas de Sant Joan la salida del sol en la playa de Sa Marjal, con chocolate y ensaimadas incluidas, tras notar que se había desvirtuado, la gente la ha vuelto a recuperar de manera espontánea, como se pudo observar durante la pasado noche más corta del año. Aunque ahora con la tranquilidad y el sosiego que conlleva esta tradición, dejando de lado el desmadre que estuvo a punto de acabar con ella definitivamente.