La fluidez en el servicio, el aumento de personal y la exquisitez de los variados platos caracterizaron la segunda edición de la Fira del Pa amb Oli de Montuïri en la que los restauradores locales estuvieron preparados para superar la avalancha de asistentes que les habría sorprendido en la edición inaugural del pasado año. No se registraron grandes colas y hubo existencias para todo el mundo.

Tuvo lugar en la tarde noche del pasado sábado. A partir de las ocho, los comensales y visitantes ya hicieron acto de presencia. La cota más alta de asistentes se registró a las diez de la noche en la que la plaza Major, plaza del Ajuntament, calle Major y es Graons de la iglesia presentaron su más alto grado de bullicio y animación que se alargaron hasta pasada la medianoche.

Al precio de uno y dos euros -y de forma específica a tres- pudieron degustarse los pa amb olis de los bares, restaurantes y comercios montuïrers. Iban acompañados de secret de porc negre, chipirones, sípia amb sofrit (Es Revolt), sepia mallorquina, tortilla (Can Xorri), carpaccio de bacalao ahumado, olivada negra con queso, gírgola mallorquina con sobrasada de porc negre (Embotits Mateu Fiol), arengada amb tomàtiga, sobrasada con miel (Hostal s'Embat), chorizo ibérico, salchichón (Cent80), trampó, boquerones (Ca na Poeta), jamón, queso (S'Hostal), queso artesano con tomàtiga seca (Es Pla), salmón y pulpo (Ses Jardines).

Junto a este menú de platos salados, se ofertaron la coca de chocolate, ensaimada de manzana, coca de albaricoque (Forn Can Joan) y los helados de chocolate, fresa y avellana (Es Molí). La principal novedad de este segundo año radicó en la audición de música en directo que amenizaron profesores de la Escola de Música Pare Antoni Martorell. El nuevo éxito y aceptación alcanzados por la Fira del Pa amb Oli ayudaron a la consolidación de este evento en el calendario de 'fires'.