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Alaró

Los secretos del retablo de piedra de Alaró

El Retaule Major que preside la parroquia de Sant Bartomeu es objeto de un proceso de limpieza previo a su restauración

Uno de los elementos patrimoniales más singulares de Mallorca, el Retaule Major de Alaró, el retablo de piedra más grande de la isla, es objeto de una campaña de limpieza y análisis estructural por parte del equipo de restauradores del Bisbat de Mallorca, que realizarán un primer diagnóstico del estado del conjunto artístico con vistas a una futura restauración.

Desde principios de mes, un andamio de hasta cinco pisos cubre por completo los catorce metros de alto por nueve de ancho del retablo barroco que preside el altar de la parroquia de Sant Bartomeu, levantado entre 1698 y 1715 por parte de un autor o autores todavía desconocidos. El equipo de restauradores trabajará en el conjunto hasta final de mes, tiempo en el que habrán analizado el material utilizado y las técnicas de construcción, así como el estado de degradación que presenta el elemento histórico, que fue restaurado por última vez en el ya lejano año 1911.

El Retaule Major consta de una base arquitectónica elaborada en piedra extraída de canteras de la comarca del Raiguer, además de diversas esculturas (algunas de madera y otras de tela encolada) y pinturas. Antònia Reig, directora del taller de restauración del obispado, explica que la parte inferior del retablo está en mal estado debido a la humedad, lo que lleva a pensar a los restauradores de la existencia de una vena de agua subterránea que "provoca la aparición de charcos en algunas capillas de la iglesia".

El conjunto, en general, "está muy sucio y deberá ser tratado con productos químicos para retirar la capa superficial de suciedad que proviene del humo y de las diferentes capas de pintura que se han puesto a lo largo de los años", explica la restauradora.

Respecto a las esculturas, la única figura restaurada es la de la Mare de Déu de l'Esperança, que preside el conjunto junto a la imagen de Sant Bartomeu, ubicada algo más arriba. El resto de figuras, que representan a Sant Sebastià, Sant Roc, Ramon Llull y Sant Vicenç de Paül y son más ligeras que las dos esculturas centrales, precisan de una restauración en profundidad que se realizará en una segunda fase. Algunas de ellas son más antiguas que el propio retablo.

Sorpresas

En quince días de trabajo, los restauradores se han topado con algunas sorpresas. "Las flechas que complementan la escultura de Sant Sebastià no son las originales, pero sabemos cómo eran", explica Reig. En la parte posterior de la corona del santo se ha hallado una inscripción con la cifra 1752, año de la primera restauración.

Además, la figura de Ramon Llull sostiene un libro que está al revés, "posiblemente colocado así después de que se cayera en una fecha indeterminada", y ha perdido varios dedos que, afortunadamente, han sido recuperados. Por otra parte, algunas de las esculturas fueron modificadas para que encajasen en el conjunto.

Andreu Villalonga, del grupo de conservación del patrimonio artístico y religioso de la UIB, integrante del equipo de restauración, explica que la singularidad del retablo de Alaró reside en el material utilizado, con cuatro tipos distintos de piedra, entre la que destaca la "piedra rojiza típica de esta zona de Mallorca".

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