Aunque la amenaza de lluvia planeó seriamente durante las horas previas a la celebración, las tradicionales carrozas de fin de Fires i Festes volvieron a desfilar alegres arriba y abajo del paseo Antoni Maura de Manacor. Una ambiente festivo que reunió a familias enteras dentro y fuera, sobre las plataformas o sobre las aceras, entre disfraces o vestidos de domingo.

Entre las carrozas destacaron como cada año las elaboradas por los distintos centros escolares, cuyas asociaciones de madres y padres siguen siendo los verdaderos motores del acto con el que oficiosamente siempre acaban los actos festivos. Aunque desde haga unos años el programa siga hasta entrada la noche. El colorido típico de los albores del verano fue la nota predominante entre escena costumbristas, entre comparsas, música y toques de ironía.

Pero como decíamos el verdadero final de jornada dominical fue la muestra de cocina celebrada a partir de las 20 horas en la plaza Ramon Llull, donde una decena de restaurantes, pastelerías y bodegas de vinos quisieron mostrar de lo que son capaces con platos y sabores especialmente elaborados para la ocasión.