La Comisión Balear de Medio Ambiente emitió ayer finalmente un dictamen favorable a las modificaciones técnicas previstas por la dirección general de Carreteras del Consell, para dar luz verde al desdoblamiento de la carretera entre Llucmajor y Campos. Una obra que podría ser licitada e iniciada entre finales de año y principios de 2018, más de cuatro años después de la presentación del proyecto original, en 2013.

Entre las modificaciones que se evaluaban, estaban la de reducir las medianas de seis a tres metros, eliminar los pasos elevados para hacerlos subterráneos y sustituir las vías de servicio de siete metros de ancho, por caminos de cinco metros y medio. Unas modificaciones defendidas desde Carreteras, según explicaba ayer su responsable, Mercedes Garrido, con el objetivo de rebajar el consumo de territorio y aumentar la seguridad.

La Comisión Balear de Medio Ambiente presidida por Antoni Alorda da su visto bueno, aunque lo supedita también a suprimir el enlace cercano a Llucmajor, poner un asfalto que reduzca el ruido continuado del paso de vehículos y restaurar la balsa de Son Sala; aspectos con los que el Consell ya contaba.

Ahora estas modificaciones deberán ser trasladadas por los técnicos a los planos, para que después pueda aprobarse definitivamente el proyecto de desdoblamiento, y se pueda abrir de esta forma un periodo de exposición pública de las expropiaciones.

El informe favorable de la comisión da al fin luz verde a un proyecto que roza los 40 millones de euros de presupuesto. En octubre el Consell presentó los detalles del desdoblamiento de la carretera Llucmajor-Campos (Ma-19), con la reducción de la ocupación de terrenos en unos 190.000 metros cuadrados con respecto al diseño inicial elaborado por el PP en septiembre de 2013.