Decenas de vecinos de la Colònia de Sant Jordi y ses Salines quisieron despedir esta semana de una forma muy emotiva, al que durante tantos años ha sido su enfermero de cabecera y hasta un amigo más en los momentos complicado, Damián Gutiérrez. Todo ellos quisieron agradecerle su gran labor en la unidad básica de salud y su dedicación hacia los enfermos.

Incluso hubo un grupo de vecinos que, al saberse la noticia del traslado de Gutiérrez, empezaron a recopilar firmas como homenaje y para intentar evitar su marcha, dado el grado de confianza adquirido. También desde el ayuntamiento de ses Salines quisieron este lunes agradecer "tantos años de buen trabajo y magnífica labor. Por su empatía, la humanidad, el trato amable, comprensivo y generoso que ha demostrado con sus pacientes durante todo este tiempo". Durante la gran fiesta de despedida no faltaron los recuerdos y los gestos de complicidad entre los pacientes y un profesional que ya era parte de la familia coloniera.