El ayuntamiento de Artà está muy preocupado ante el resultado de un estudio que demuestra la incipiente edad en que sus jóvenes se inician en el consumo del alcohol, el tabaco y el cannabis. Según los datos internos, los menores prueban el alcohol por primera vez a los 13,20 años de media, el tabaco a los 13,46 y el cannabis a los 14,30.

Estos son algunos de los resultados de los dieciséis talleres de prevención en el medio educativo, que el Ayuntamiento ha ofrecido este año de forma gratuita a los centros escolares del municipio, y en los que han tomado parte 345 niños y niñas del IES Llorenç Garcies i Font, y los centros concertados Sant Bonaventura y Sant Salvador.

Estos talleres, realizados por la entidad Energy Control, se han llevado a cabo "para tener información de primera mano sobre la relación que tienen los menores del municipio con el alcohol y las drogas, conocer sus riesgos, hacerlos partícipes y enseñarles a valorar, decidir y escoger al respecto", ha señalado la concejala de Servicios Sociales, Aina Comas, que ha valorado muy positivamente la experiencia.

"El ayuntamiento de Artà ha querido poner diferentes herramientas y recursos de información, apoyo y ayuda al alcance de los jóvenes, ante posibles situaciones de peligro y vulnerabilidad en que se encuentren o puedan encontrarse", ha añadido.

En estos talleres han participado un total de 51 escolares de primero de ESO, 46 de segundo, 132 de tercero y 116 de cuarto. En ellos se han abordado, entre otras cuestiones, el consumo de alcohol, tabaco y cannabis, otras drogas y sus efectos, la composición de las drogas, la relación con el sexo, la influencia del grupo en el consumo o las sobredosis.

Cuando hablan de medidas de reducción de riesgos, los participantes aseguran que siempre comen algo antes de beber y que conocen sus límites y evitan sobrepasarlos. Además recomiendan no conducir si se ha bebido y utilizar el preservativo en las relaciones sexuales. Han hecho una valoración de los talleres de 9,13 sobre 10.

Confianza

Consultados sobre la persona a la que acudirían en caso de encontrarse con un problema con las drogas, un 28,2% ha dicho que optarían por contárselo al profesor, un 13,5% por el médico de familia, un 13,1% por un profesional especializado y solamente un 9,9% potarían por los padres o madres.