En la legislatura de las comisiones de diferente pelaje, ayer le tocó reunirse en Calvià a la que se encarga de la nomenclatura municipal. En lenguaje llano, la comisión que decide los nombres de calles y plazas y demás lugares públicos. Algo bastante light en teoría, pero, al parecer, el debate tuvo su intríngulis como lo evidenciaron los intentos del secretario municipal de que nada trascendiera (como si allí se hubiese debatido sobre el desarme nuclear del régimen norcoreano de Kim Jong-un). Hubo dos puntos en el orden del día y en ninguno quórum. Primero, se acordó dedicar una plaza a Felipe VI en el espacio donde están Amadip y el centro de salud de Palmanova. El portavoz de Esquerra Oberta, Rafel Sedano, votó, cómo no, en contra. Fue el único que se opuso. En segundo lugar, tampoco hubo acuerdo en cómo llamar a la pista de atletismo. Había dos propuestas sobre la mesa: la del triatleta Mario Mola y la del atleta paralímpico Joan Munar. La de Mola se descartó, aunque hubo consenso en darle su nombre otra instalación deportiva. Tampoco se confirmó, de momento, la opción de Munar.
