Las camareras de piso protagonizaron esta semana en el ayuntamiento de Calvià un gran acto para reclamar mejores condiciones laborales. Un centenar de estas profesionales estuvieron presentes en una reunión con el alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez Badal (PSOE), durante la cual le entregaron 20.000 firmas con las cuales quieren presionar ante el Gobierno y la patronal para que se reduzca su carga de trabajo. Las camareras de piso solicitan que se fije un máximo de habitaciones a través del Comité de Salud y de los delegados de Prevención, al tiempo que piden que se introduzca la posibilidad de jubilación excepcional por desgaste físico a la edad de 60 años. Según informó ayer el Ayuntamiento, dos representantes de las más de cien camareras de pisos que acudieron al consistorio, Nati Cano y Mercedes Sánchez, explicaron al alcalde los problemas de salud derivados de las condiciones laborales de sus puestos de trabajo. Rodríguez Badal se ha comprometido a hacer entrega de las firmas recogidas en el municipio a la delegada del Gobierno.