La Fira Agrícola i Ramadera de Sineu, como cada año, contó ayer con una gran afluencia de público. El tiempo, totalmente primaveral, contribuyó a que a medida que transcurría la mañana el recinto ferial se fuera llenando de espectadores. Muchos de ellos eligieron el tren para acercarse. Así los convoyes, procedentes tanto de Manacor como de Palma, fueron llegando llenos.

Una de las principales novedades fue la de recuperar prácticamente en su totalidad la plaza des Fossar para realizar la muestra de ganadería, sacando a un lateral de la misma la venta de juguetes y las atracciones, y quedando el centro unicamente para la exposición, así como una de las calles laterales donde se podían contemplar todo tipo de tractores, cultivadores y otras herramientas que se utilizan hoy en día en las labores del campo.

Llamó la atención una gran cosechadora dado el tamaño de la misma. Otro de los puestos estrella fue el que acogía una demostración de esquilado de ovejas, y aquí seguramente se produjo la anécdota de esta feria: uno de los pequeños que observaba el esquilado, preguntó a su progenitor si se dormía a las ovejas para no hacerles daño, prueba del amor hacia los animales de este menor. El padre le indicó que el esquilado venía a ser como cuando nos cortan el pelo a los humanos.

Razas autóctonas

A la cita no faltaron los estands con las razas autóctonas, como el Porc Negre. En uno de los corrales de esta raza, había una cerda con sus crías que fue probablemente lo más fotografiado. En el resto de las paradas se podían ver ejemplares de la cabra mallorquina, y distintas razas de perro también autóctonas como el Ca Rater o el Ca Eivissenc, entre otras.

Pero no todo era exposición de animales, aunque fuera la mayor, también en las calles adyacentes a la plaza estaban ubicados los distintos puestos típicos de todas las ferias, como los artesanales de la cerámica y objetos de regalo, ropa, juguetes; dedicados a la gastronomía como aceitunas, quesos, sobrasadas etc.

El buen tiempo ayudó a que las terrazas de los bares que están a lo largo del recinto ferial, tanto de la plaza des Fossar, como de la plaza de la iglesia, desde buena mañana ya estuvieran ya llenas de visitantes.