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Urbanismo

Se buscan casas 'piscinables'

Las inmobiliarias dedicadas a la venta y las empresas de alquiler aseguran que el nuevo vocablo es el que más repiten los clientes - Invertir entre 8.000 y 12.000 euros en una pileta supone un aumento del precio de venta de unos 30.000

Vista aérea de una zona del municipio de Calvià en la que se observa la abundancia de piscinas en las viviendas unifamiliares. Google Maps

El vendedor recita ante los posibles compradores las bondades de la casa repasando exteriores, habitaciones, vistas, baños? pero de pronto aparece la pregunta, otra vez la misma pregunta: "¿Sabe si la casa es piscinable?" Al principio el comercial de la inmobiliaria se mostraba sorprendido ante la cuestión, pero ahora, tras meses recibiendo la misma petición ya lo entiende perfectamente, y es que la búsqueda de propiedades para destinar a alquiler vacacional, a arrendamiento de larga duración, o incluso a la reventa inmediata, pasa por añadir a todos cuantos encantos tenga el inmueble el de la piscina. Pequeñita, mediana o de foto de revista, pero de lo que se trata es de que la casa no quede relegada al grupo de la 'Segunda B' de las propiedades: el de las residencias sin estanque dorado.

Después de trabajar toda la vida como constructor de casas y piscinas, Mateu Comas tiene tiempo ahora para observar detalles del mercado inmobiliario tanto por deformación profesional como por la casualidad de vivir en una calle de Alaró en la que en poco más de una año han cambiado de manos doce propiedades. "Añadir piscina siempre ha sido un valor añadido en grandes casas -explica Comas-, pero ahora he visto como en mi calle Solleric -descrita en informes urbanísticos como: hilera de viviendas de tipología humilde- se han repetido las visitas que repiten lo de piscinable para saber directamente si cabe o no cabe".

"Las inmobiliarias son las que aconsejan a los propietarios interesados en poner su casa en el mercado que intenten añadir una piscina. Te dicen que por 8.000 o 12.000 euros la tienes. El precio de alquiler se puede doblar y para la venta de una casa pequeña supone una subida de unos 30.000 euros", añade el constructor.

Jaume Balaguer, de Fincas Ca Nostra, empresa especializada en gestionar alquileres vacacionales, cuenta que su agencia no comercializa casas sin piscina. "No interesa, devalúa el precio y no es interesante ni para el cliente ni para nosotros. Contar con piscina supone un salto importante, estamos hablando de doblar el precio". Balaguer reconoce que aconsejan a los interesados que se asesoren, "porque cada ayuntamiento es diferente y la burocracia y las restricciones también". Para este gestor , "en dos años todo ha cambiado mucho, ahora todo el mundo se quiere subir al tren de lo vacacional, y tienen tanta prisa que no les importa hacer las cosas rozando la ilegalidad".

En GR Immobles, que trabaja en la compraventa de residencias en la zona del Raiguer, Joan Gelabert asegura que la foto de la piscina es "imprescindible" para poner una casa en el mercado, "y en el tema del alquiler vacacional está clarísimo, todos te dicen que es mejor invertir en esto, en poner césped y en los muebles de la terraza, que en decoración interior. Puedes pasar de pagar 60 euros el día a 120". Gelabert afirma que el auge vacacional perjudica a las agencias como la suya especializada en la venta: "Cuando llega la temporada muchos propietarios nos quitan su casa y la ponen en alquiler cuatro y cinco meses, y después, en octubre, vuelven a llamarnos o ya se quedan definitivamente en el tema vacacional".

Más de 40.000 piscinas

En 2013 Macià Blàzquez y Angela Hof en su informe 'Un assalt urbà al fora vila' cifraron el número de piscinas registradas en la isla en 40.567, con casi la mitad ubicadas en suelo rústico. Destacaban municipios de interior como Marratxí (3.146 piscinas), pero localidades más pequeñas mostraban datos destacados como las 437 de Binissalem, 438 de Esporles, 171 de Consell o 221 en Lloseta. Ese documento lamenta que las consecuencias son el cambio del paisaje rural, el abandono del campo y un insostenible consumo de agua.

Hace pocos meses desde el Consell de Mallorca, con los datos de los municipios en la mano informaron que el 80% de las infracciones urbanísticas detectadas en 2016 en rústico se debían a ampliaciones o construcciones de piscinas relacionadas con el boom del arrendamiento vacacional. Las licencias de obra concedidas en terrenos no urbanos se han disparado en la isla desde 2015, pasando de 600 en ese ejercicio a más de 1.000 en 2016.

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