El ayuntamiento de Fornalutx está decidido a privatizar el mantenimiento de la red de suministro de agua potable del municipio. Las constantes averías que se producen periódicamente y la falta de personal para llevar a cabo este servicio constituyen los principales motivos esgrimidos por el consistorio gobernado por el Partido Popular para tomar una decisión que próximamente se trasladará al pleno de la institución.

Todos los grupos con representación en el hemiciclo municipal apoyaron en el transcurso de la última sesión plenaria a la propuesta presentada por el alcalde Antoni Aguiló, que encargó al ingeniero municipal la redacción de un estudio que pondrá las bases de la propuesta que se presentará a concurso público. El alcalde explicó que "con el personal que tiene el ayuntamiento no podemos llevar el día a día del mantenimiento de la red".

Empresa externa

Aguiló señaló que la cesión de este servicio a una empresa externa es la mejor solución que ha encontrado para que se pueda dar una rápida respuesta a los problemas que presenta la red de agua potable.

Durante el periodo de Semana Santa se detectaron dos nuevas averías en la red de distribución del municipio. El Jueves Santo se produjo la rotura de una de las tuberías principales, mientras que la semana siguiente se tuvo que intervenir en la avería de dos de las bombas de impulsión situadas en el depósito municipal. Desde el ayuntamiento se ha reiterado en numerosas ocasiones que el principal problema que presenta la red es su antigüedad. Esta situación, junto con la acumulación de cal, provoca de manera periódica roturas y averías que imposibilitan el normal suministro a todas las viviendas conectadas.

Juez de paz

Por otra parte, el ayuntamiento de Fornalutx ha adjudicado el contrato de obras de modernización y mejoras en la red de agua potable y en la eficiencia energética del alumbrado público del municipio, por un importe total que asciende a 159.757 euros.

La obra está incluida en el plan especial de inversiones financieramente sostenibles 2016-2017, del Consell de Mallorca. La empresa adjudicataria de la reforma es Elecnor.