El Consell de Mallorca y el ayuntamiento de Pollença prohibirán a partir del verano del año 2018 el acceso de vehículos particulares hasta el faro del Cap de Formentor, por lo que solo será posible acceder al tramo final de la península de Formentor mediante autobuses lanzadera que partirán desde la futura estación del Port de Pollença.

En declaraciones efectuadas ayer por la mañana a Radio Mallorca, el alcalde de Pollença, Miquel Àngel March (Junts Avançam), explicó que el objetivo de la medida es el de evitar la masificación de coches que se produce ya a estas alturas de la temporada en las inmediaciones del faro de Formentor, un "auténtico caos" de coches y autocares que, según apuntó después a este diario, supone un peligro para los propios conductores debido a las dimensiones reducidas de la carretera, además de los efectos medioambientales negativos que provoca la saturación de vehículos en un espacio tan sensible como el de Formentor.

En principio, la prohibición afectará únicamente al acceso al faro de Formentor, aunque en la misma península existen otros espacios igualmente saturados como el mirador de la Creueta, la playa de Formentor o la de Cala Figuera, zonas que, según March, también podrían ser objeto de algún tipo de medida restrictiva para vehículos que todavía no ha trascendido. En cualquier cas0, los propietarios de viviendas en la zona o los clientes y trabajadores del hotel Formentor tendrían autorizaciones especiales para acceder a su destino.

Implantación de barreras

El Ayuntamiento deja en manos del Consell de Mallorca, propietario de la carretera, la adopción del sistema más adecuado para poner en práctica la limitación de vehículos en Formentor. La institución insular está estudiando la posibilidad de implantar barreras en determinados puntos de la península que solo podrían ser abiertas por los vehículos autorizados, si bien todavía no se ha tomado una decisión al respecto.

Las restricciones hasta el faro de Formentor solo serán efectivas a partir del próximo año 2018 ante la falta de tiempo y de recursos para aplicarlas este mismo verano. El ayuntamiento de Pollença elevará a pleno el próximo jueves una propuesta de convenio con el Consorci de Transports de Mallorca para la construcción de una nueva estación de buses en el Port de Pollença, ya que la terminal actual es provisional desde que las obras de peatonalización del Moll la desplazasen a la segunda línea.

La futura estación se ubicará en las inmediaciones del centro de salud y canalizará la salida de los buses lanzadera hasta Formentor. El plan forma parte de un proyecto de transporte sostenible financiado por la ecotasa.

Las obras de construcción de la nueva estación se licitarán este año para que ya esté operativa en 2018. El presupuesto ronda los 420.00o euros.