Transcurrida más de una década desde la llegada a Capdepera de la conocida como serpiente 'de herradura', la Sociedad de Cazadores local ha tenido que salir a combatir de nuevo esta especie invasora en todo el municipio. Con la llegada de la primavera, el buen tiempo y las altas temperaturas, el reptil ha regresado para asomarse por los campos donde llegó hace mas de diez años, en una importación de gran cantidad de olivos provenientes de los campos de Extremadura, de donde en aquellas fechas se arrancaron muchos ejemplares.

Una vez aquí eran vendidos para jardines en viviendas de lujo, por un valor que llegaba a cuadriplicar el precio de venta. En estos árboles también viajaron ejemplares de la serpiente de herradura, muy común en la península ibérica, aunque desconocida en las islas. Los reptiles se aclimataron y se reprodujeron con rapidez.

Durante este tiempo se han encontrado ejemplares de hasta dos metros de longitud, y el hecho de que cuando se ven en peligro ataquen, según cuentan algunos testigos del municipio, levantó la voz de alarma y desde entonces se viene combatiendo esta especie invasora.

Ahora la conselleria de Medio Ambiente ha repartido unas 15 trampas entre la Sociedad de Cazadores para capturar ejemplares. Sus miembros son los encargados de colocarlas y acabar con la vida de las capturadas. Pablo Marques, secretario de la sociedad de Capdepera, nos explica el funcionamiento de la trampa, que en su interior contiene un ratón vivo con comida y agua, que sirve de cebo para la captura del reptil, que se introduce por un orificio solo de entrada. Una vez dentro, la serpiente no puede acceder al departamento del ratón, ni tampoco salir por donde ha entrado.

Las trampas se están colocando estratégicamente en paredes o montones de leña, orientadas siempre hacia el sur, ya que el animal tiende a restar donde más calienta el sol. Según el cazador, estos animales pueden causar mucho daño en las crías jóvenes de conejos o liebres, así como también en las crías de perdices.

Desde hace dos semanas se están controlando las quince trampas que dispone la sociedad de cazadores gabellina y ya han capturado ocho ejemplares.

La serpiente, que llegó a la comarca del Llevant, poco a poco se extendió por la zona hacia los pueblos vecinos de Artà, Sant Llorenç y Son Servera, y actualmente ya está muy repartida por la isla. Junto a ella, cuentan algunos jardineros, llegaron también metidos en los olivos extremeños algunos ejemplares de una especie de dragones, que o bien porque fueron muy pocos y no pudieron reproducirse, o bien porque no se aclimataron a la climatología o fauna de la isla, parecen haber desaparecido, al no haberse avistado más ejemplares desde entonces.

Temporada de caza

Al margen de los ejemplares capturados por las trampas, están los ejemplares que prevén abatir los cazadores cuando empiece la temporada de caza, ya que cuanto más suban las temperaturas, más se dejan ver en los campos. También se prevé que algunos ejemplares pierdan la vida víctimas de los vehículos que circulan por el asfalto, unos por cruzarlo y otros por buscarlos como fuente de calor. Aún así los cazadores y vecinos de las zonas rurales gabellines, confirman año tras año el avistamiento de ejemplares de esta serpiente ´herradura´, que a algún que otro vecino ha llegado a metérsele en casa, según relata un vecino de la zona de Canyamel, cuando hace unos años se encontró un ejemplar de unos 120 centímetros tomando el sol en la entrada de su casa.