Hace ahora 125 años, Sóller tomaba la delantera al resto de municipios de Mallorca con la puesta en marcha de la empresa El Gas, una sociedad que nacía con el objetivo de suministrar gas ciudad al municipio con el que los habitantes de Sóller pasaron a iluminar y calentar sus gélidas casas.
En 1892 se puso en marcha la fábrica de gas y con ella se encendieron las primeras farolas del alumbrado público que usaron esta fuente energética. Este paso fue previo para que unos años más tarde, en 1908, se encendiera la primera bombilla con la llegada de la energía eléctrica.
La puesta en marcha de la fábrica de gas y la posterior llegada de la luz eléctrica se contextualiza en un momento en el que Sóller vivía su momento de mayor esplendor. La exportación de cítricos y aceite de oliva hacia el exterior y la llegada de dinero procedente de los emigrantes que hicieron fortuna en América, hicieron de Sóller un municipio pujante pese a su aislamiento respecto al resto de la isla. Ejemplos de esta pujanza económica fueron el Ferrocarril de Sóller, la creación del Banco de Sóller, numerosas fábricas textiles o el ensanche de la ciudad con grandes casas palaciegas, coetáneos de esta época.
La creación de El Gas
La creación de El Gas, favorecida por el historiador y sacerdote Josep Rullan i Mir, posteriormente proclamado hijo ilustre de la ciudad, fue el germen de una de las primeras empresas de la isla que se dedicó la producción de electricidad. La experiencia de generación de gas se prolongó hasta 1960, cuando el mal estado de conservación de la fábrica obligó a su cierre definitivo.
El final de la producción de gas no supuso el declive para una empresa que años antes diversificó su producción con la puesta en marcha de la planta de generación de energía eléctrica.
Hay que situarse en 1906 cuando se constituyó la empresa Eléctrica Sollerense. Esta sociedad se hizo con los derechos de uso de la fuente de El Verger de Sa Costera, donde construyó una central hidroeléctrica tras obtener la concesión del Estado. La empresa, pasaría a suministrar electricidad a Sóller, que llegaría el 23 de febrero de 1908, fecha en la que se inauguraron las instalaciones.
En Sa Costera se instaló una turbina de 100 caballos acoplada a un alternador de 85 KVA que generaba energía a 4.800 voltios. La electricidad llegaba a Sóller a través de un tendido de 8.500 metros de longitud y se distribuía a unos atípicos 150 voltios a los abonados. Las variaciones del caudal entre el verano y el invierno obligaron a la Eléctrica Sollerense a construir una central termoeléctrica en el camí de Cas Jurat, en lo que hoy es la ruinosa Fàbrica Nova, donde un motor complementaba la producción eléctrica.
Las vicisitudes de la época, derivadas de la Primera Guerra Mundial, hicieron que El Gas adquiriera Eléctrica Sollerense en 1914. Esta empresa inició entonces su gran expansión que conllevó la construcción de una nueva central eléctrica en las mismas instalaciones de la calle del Mar, donde producía el gas ciudad.
Varios motores alimentados por gas pobre y gasóleo suministraban la electricidad a una población que cada año registraba más demandas energéticas. La situación llegó a ser tan acuciante que El Gas terminó para interconectar su red con la de Gesa mediante una línea que atravesaba el Coll de Sóller. Su puesta en marcha llegó en 1960, cuando los viejos motores Ille, Mak, Man y Deutche Werke dejaron de funcionar definitivamente.
Canalización para todo Sóller
La red de gas canalizado llegó a la práctica totalidad de las calles del casco urbano de Sóller. La máxima producción de gas se registró en 1940, cuando los gasómetros de la calle de Sa Mar salieron 312.125 metros cúbicos de fluido.
Las guerras mundiales, la Guerra Civil y la posterior irrupción del gas butano fueron las causas del progresivo declive de la producción gasística en Sóller, hasta que en 1960 llegó a su final. La escasez de materias primas obligó a la empresa a utilizar cáscara de almendra, leña de encina y olivo, coque, carbonilla, hueso de aceituna y albaricoque, residuos de la calatrava o lignito mallorquín para producir el fluido gasístico.
El final de la producción de gas y electricidad en 1960 hizo consolidar la empresa en la distribución de la energía eléctrica en Sóller. Pese a ser un sector liberalizado desde hace años, El Gas es la empresa referente en la distribución de energía eléctrica en Sóller y Fornalutx, lo que le ha permitido diversificar su negocio.
Actualmente distribuye internet a través de una red propia de fibra óptica que está en plena expansión y por una red de emisores de radio para hacer llegar la red de redes a los sitios más recónditos del valle.
