Todos los grupos políticos que componen el ayuntamiento de Manacor, excepto el PP, dieron anteanoche su visto bueno para que todos agentes de la policía local, represaliados tras la guerra civil por defender la legalidad vigentes en aquellos momentos, puedan ser reconocidos públicamente con un homenaje por parte de la corporación.

La moción, presentada por Més-Esquerra, viene motivada por la solicitud por registro, este pasado mes de febrero, del inspector jefe de la Policía Local de Manacor, Antoni Sureda, para que tanto los guardias municipales como los empleados apartados durante la Segunda República y represaliados por diferentes motivos por el franquismo entre 1931 y 1950, puedan tener su homenaje póstumo.

Sureda solicitó también entonces tanto el reconocimiento público de las autoridades como el nombramiento de todos ellos como funcionarios de forma perpetua.

Entre ellos se encuentran tres policías locales (o guardias municipales como se les nombraba en el momento de iniciarse el conflicto armado) que fueron detenidos y fusilados: Sebastià Bonet Fullana, Antoni Mas Llodrà y Joan Matamalas Salas; además de otros cinco agentes presos: Joan Bisbal Artigues, Miquel Galmés Parera, Miquel Oliver Martí, Mateu Veny Pont y Guillem Morey Mesquida.

Además del jefe de policía de Manacor en 1936, Antoni Barceló Martí, que durante los días posteriores al alzamiento fue detenido y privado de libertad "y condenado al destierro sin poder volver nunca más a Manacor durante el resto de su vida".

Hace casi dos décadas que Antoni Sureda ocupa el cargo de inspector jefe de la Policía Local de Manacor, "que he intentado desarrollar con la máxima profesionalidad y con el gran orgullo de ser el líder de una institución centenaria", explicaba después de registrar la solicitud en el Ayuntamiento.