El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Binissalem negocia con la empresa concesionaria del servicio de agua potable para evaluar la posibilidad de rescatar este servicio. El alcalde ha ordenado al departamento de Intervención que estudie la viabilidad del proyecto.

El desencadenante de esta decisión es la solicitud de la empresa de aumentar las tarifas. Los estudios técnicos avalan que está sufriendo un déficit de 137.000 euros anuales. El Ayuntamiento ha consignado en los presupuestos esa cantidad para hacerse cargo del servicio sin aumentar el recibo a los usuarios.

El alcalde, Andreu Villalonga, es partidario de rescatar la concesión, lo que supondría un gasto de unos tres millones de euros.

La concesión del servicio de abastecimiento de agua de Binissalem se sacó a concurso en mayo de 2013 como medida para paliar la deuda a proveedores de 4,2 millones de euros heredada de los anteriores gestores, puesto que las entidades financieras se negaban a renovar las pólizas de crédito existentes, que ascendían a 2,5 millones de euros más. La licitación del agua evitó la quiebra municipal en su momento, aunque fue muy protestada por diversos agentes locales.

Concesión

La empresa ganadora del concurso obtuvo los informes favorables de los técnicos, que la consideraron como ventajosa para el municipio. Entre otros aspectos, la actual concesionaria del servicio incluía en su propuesta la necesaria renovación de materiales e infraestructuras, así como la detección y reparación de escapes, limitando el beneficio industrial al 6% anual.

Ahora, los auditores contratados por el consistorio, han reafirmado la adecuación de la propuesta adjudicataria del servicio. Recuerdan que el desequilibrio económico es una causa especificada en el pliego de la licitación para modificar las tarifas.

La concesión finalizará en mayo de 2043, si el Ayuntamiento no la recompra antes.