Red Eléctrica Española (REE), empresa responsable de la construcción y puesta en funcionamiento de la línea de alta tensión entre Llucmajor y la subestación de Cala Blava y de esta hasta s'Arenal, ha anunciado que dará la posibilidad a los propietarios de las fincas afectadas por la colocación de las torres del cableado para que elijan dónde y de qué forma quieren la estructura.

"Queremos e intentaremos llegar a acuerdos con los diferentes propietarios para decidir dónde se ubica la torre, porque entendemos que no es lo mismo colocarla junto a una casa o una piscina, si podemos hacerlo en el linde de la finca, por ejemplo. en eso no tenemos ningún problema", explica el delegado regional de REE en Balears, Eduardo Maynau, que apunta que, además, "ofreceremos apoyos monobloque" (similar al existente en la zona de s'Albufera) para las torres de alta tensión, lo que significaría reducir en un 65% la superficie de ocupación respecto al proyecto inicial.

Es decir, que si hasta ahora se contemplaban estructuras de más de 40 metros de altura apoyada en cuatro patas metálicas al uso, REE ofrecerá la posibilidad de que se sustenten en un solo pivote, lo que además de suponer un menor espacio de base, también podrían reducir la altura "entre dos y tres metros", respecto a las previstas. Eso sí, este cambio de modelo debería estar respaldado por todos los propietarios de las fincas afectadas, "ya que lo que no podemos es colocar diferentes modelos en una y otra finca", señala Maynau.

Hay que recordar que el pasado 13 de marzo empezó la citación de propietarios del primer tramo entre Llucmajor y Cala Blava, para el proceso de expropiaciones que lleva a cabo el Govern fruto del interés general del proyecto aprobado por el Ministerio de Red Eléctrica de España.

Esta primera parte de la línea, de 66 kV de potencia (preparada para una futura explotación a 132 kV) y doble circuito, tendrá una longitud total de algo más de 14 kilómetros (13,5 de ellos aéreos) y un presupuesto de 4,8 millones de euros. En total las expropiaciones afectan a 104 propietarios distintos correspondientes a 119 parcelas. Torres y red que se anclarán en tierras básicamente de labor de secano, campos de almendros e higueras.

Según quedó ratificado en la junta general que REE celebró este pasado miércoles y jueves en Madrid, las líneas interiores de alta tensión previstas para Mallorca en el plan quinquenal de 2015-2020, son fundamentales para garantizar el buen funcionamiento y la seguridad de la trama interior de la isla, para que en un corto espacio de tiempo vaya a 132 kilovoltios. "Red Eléctrica, Govern, Endesa y Plataforma (de afectados) nos hemos reunido ya en al menos tres ocasiones", detalla Maynau, que argumenta que "se ha analizado al detalle el proyecto". "Lo que propone la plataforma no es viable ni eléctrica, ni jurídicamente. Nosotros seguimos un mandato del Ministerio, apoyado por el Govern, nada más".

La Plataforma Alta Tensió Llucmajor, siempre ha defendido la posibilidad de utilizar unas torres ya existentes de una línea ya en uso de media tensión, que actualmente da cobertura a cinco centros de transformación de distintas urbanizaciones, "y en ningún caso a cinco usuarios como pretende hacer entender la plataforma.

En cualquier caso es que técnicamente no es viable". REE sí que admite, sin embargo, que alguna de las torres existentes de la segunda fase, de Cala Blava a s'Arenal, podría efectivamente ser reaprovechada para el proyecto.

Por lo que respecta al impacto paisajístico, Maynau recuerda que el trazado eléctrico "no pasa por la Marina de Llucmajor. Lo más cerca que estamos es a un kilómetro y medio", ni tampoco afectaría de lleno al poblado talayótico de Capocorb Vell, según detalla REE.

Según la empresa privada, en cuyo accionariado hay un 20% de participación estatal, la construcción de esta primera fase de la línea de alta tensión de Llucmajor, podría empezar justo después de verano, entre octubre y noviembre de 2017, para ya poder funcionar dentro del año 2018, tras lo cual entraría después en periodo de explotación privada.