Dueños de supermercados y licorerías de Calvià cuestionan que la prohibición de exhibir alcohol en terrazas y escaparates sirva realmente para mejorar la imagen del destino, tal y como pretende el gobierno municipal con la modificación de la ordenanza municipal que regula la estética exterior de los establecimientos comerciales y oferta turística básica. Este cambio normativo se debatirá en el pleno de esta semana.

Algunos representantes de la oferta complementaria del municipio sostienen que la acción municipal debería dirigirse hacia otros ámbitos, a efectos de mitigar el turismo de excesos.

"El verdadero 'cáncer' de Palmanova y Magaluf no es el alcohol que paga el cliente, y sí el alcohol de baja calidad que le regala el hotel", manifiesta el responsable de una licorería situada en el Paseo del Mar, Rafel Martorell, en alusión al todo incluido que ofrece la mayoría de establecimientos hoteleros. "¿O acaso nuestro alcohol emborracha y el de los hoteleros no?", continúa reafirmándose en su argumento.

Otros dueños de negocios que venden bebidas alcohólicas inciden en esa idea y recuerdan que en muchas ocasiones los clientes salen de marcha prácticamente "borrachos" de sus hoteles, "donde les dan marcas sin calidad".

Antonio Moreno, que lleva un supermercado en el centro de Magaluf, sostiene que, si las autoridades quieren desincentivar el consumo etílico, tendrían que empezar por las "tiendas del aeropuerto", donde los turistas pueden comprar botellas, o por los propios hoteles.

"A decir verdad, los clientes que van a Punta Ballena ya vienen bebidos. Las licorerías son los lugares donde menos compran. Ya tienen su 'todo incluido", manifiesta Moreno, quien pide que la acción municipal se centre en reducir la presencia de prostitutas callejeras o en acabar con la venta ambulante que "suele encubrir el menudeo de drogas".

Sin entrar a valorar la eficacia o no de prohibir la exhibición de alcohol en escaparates, otras voces empresariales consultadas por este diario critican que la medida se haya llevado a cabo en este momento del año cuando la temporada está a punto de comenzar y los negocios tienen menos margen de maniobra.

La "celeridad" en la tramitación fue criticada también por la asociación de comerciantes turísticos Acotur, que lamentó ayer que el Ayuntamiento calvianer no haya consensuado el cambio normativo con el sector afectado, un sector ya "muy débil y castigado por el crecimiento permanente e incontrolado de la planta comercial".