El ayuntamiento de ses Salines confía en la viabilidad e idoneidad del nuevo alumbrado público que se está instalando en la Colònia de Sant Jordi. Las nuevas farolas, de más de tres metros, en el paseo litoral, concretamente primera fase desde el puerto hasta sa Puntassa (zona del faro y Cala Galiota) están provocando división de opiniones y polémica. No obstante, el consistorio, dirigido en minoría por el alcalde Bernat Roig (Endavant), destaca que dichas farolas son de última generación y antivandálicas. En este sentido, el proyecto, con financiación de Espais Naturals i Biodiversitat (al estar en el área de influencia del Parque Natural de Cabrera), ha pasado los pertinentes trámites administrativos (exposición pública, etc.) y fue presentado en 2016 en la Junta de Districte, siendo en ese preciso momento la presidenta Sebastiana Gomila, de El Pi, gobernando en coalición con Endavant. Cabe recordar que el paseo, impulsado por Matas, ha sido objeto de vandalismo durante años, y motivo de quejas por resultar deficiente y peligrosa la iluminación baja y de media altura. Por ello, el alcalde afirma que se pretende "garantizar la seguridad y un servicio compatible con el entorno, de hecho se responde a criterios técnicos de cara al menor impacto posible". Eso sí, admite que si este sistema elegido no es eficaz ni armonioso, se cambiará.