La Fàbrica Nova ha fluido por caminos que rozan lo inverosímil. En la década pasada el 50% del edificio fue donado al Ayuntamiento a cambio de crear un museo textil. Años más tarde fue devuelto porque nunca llegó a prosperar la iniciativa. Tras el último cambio de gobierno en las principales instituciones de las islas, propietarios y Consell entablaron unas tímidas negociaciones con el fin de traspasar la propiedad a la institución insular. El proceso fracasó porque según explicó el propio president insular, los propietarios "pedían demasiado" por el edificio.

Si la cosa no estuviera ya bien enredada, hace pocas semanas los propietarios pusieron en marcha la demanda contra el Ayuntamiento para su expropiación forzosa, toda vez que ahora se conoce que el Consell la protegerá como Bien de Interés Cultural.