PSIB y Més, socios de Govern, defendieron ayer la postura del Ejecutivo al reducir las frecuencias de tren, un respaldo más contundente en el caso de los socialistas. El tercer socio del Pacto, Podemos, consideró que el Govern "ha jugado duro utilizando a los usuarios", aunque también apeló a la "flexibilidad" de los trabajadores. El líder de Podemos, Alberto Jarabo, dijo que tanto los trabajadores de SFM como la Conselleria tienen parte de razón, por lo que la postura de su partido "baila".

El portavoz parlamentario socialista, Andreu Alcover, recordó que en la pasada legislatura hubo "24 despidos en la SFM que costaron 2,7 ,millones de euros sin que se invirtiera ni un euro en el servicio". Alcover, quien insistió en que "de aquellos polvos estos lodos", consideró que la reducción de frecuencias "es una solución intermedia y provisional" y confió en que la Conselleria alcance un acuerdo con los trabajadores.

Junto a ello, resaltó que "el problema" en la SFM son "las retribuciones de unos trabajadores" y advirtió de que "si se hace una excepción" en una empresa del sector público balear, el resto de empresas públicas del Govern "entrarían en una carrera" para reclamar lo mismo, por lo que "se ha de coordinar en todo el sector público instrumental".