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Reconocimiento popular

Sineu: hijos ilustres del pueblo llano

El escritor 'sineuer' Biel Florit rescata la memoria de diversos personajes sin reconocimiento oficial que fueron populares por diferentes motivos - El libro pretende ser un "tributo a la singularidad" y no a la "ejemplaridad" de los homenajeados

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Sineu: hijos ilustres del pueblo llano

Todos los pueblos tienen personajes especiales. Unos obtienen reconocimiento oficial y pasan a la historia como hijos ilustres. Otros no verán nunca su retrato colgado en el Ayuntamiento, pero su popularidad es tan elevada o sus vidas son tan singulares que podrían ser considerados como 'Hijos ilustres alternativos', título del libro que acaba de publicar con El Gall Editor el escritor Gabriel Florit i Ferrer (Sineu, 1944) y en el que recopila las biografías de nueve 'sineuers', todos ellos ya desaparecidos, que destacaron por diferentes razones y cuya memoria todavía perdura en el municipio del Pla.

El autor destaca que el libro, presentado hace unos días, "no es un tributo a la ejemplaridad, sino a la singularidad" de los personajes que aparecen en la recopilación. "Pertenecen a mi juventud", añade Florit, aunque no conoció personalmente a todos ellos y en algunos casos ha tenido que afrontar una investigación que no siempre ha obtenido los resultados esperados, aunque ha servido para conocer a algunos 'sineuers' que hasta la fecha permanecían en el olvido a pesar de la vida de película que llevaron.

Es el caso de Joan Gelabert Miquel, 'Tec0', un paisano que pasó sus últimos días en el campo de concentración de Mauthausen. Florit ha podido seguir su pista gracias a la familia materna del personaje. "No he podido saber los motivos por los cuales terminó en Mauthausen, donde murió con 46 años, pero tal vez en un exceso de imaginación prefiero pensar que estuvo relacionado con la Resistencia francesa, pues había vivido en Toulouse", apunta el escritor 'sineuer'.

Clavado a Peter Lorre

Otro de los personajes que aparecen en el libro es Rafel Riutort Pomar 'Xilili' (1910-1967), cuya singularidad residía en su gran parecido con el actor norteamericano Peter Lorre (' Casablanca', ' Arsénico por compasión') y en otro factor que también le vinculaba al séptimo arte: era el encargado de poner en marcha el proyector en el antiguo cine Monumental de Sineu. "De hecho, incluso cuando él no estaba, cuando la pantalla se desenfocaba o había algún problema el público gritaba 'Quadrooo, Xixili...!", explica Florit, expresión que también se utilizaba en otros casos que "no se veían claros".

Antoni Jaume Puigròs, 'l'amo en Toni Cullera', es otro estereotipo típico de los pueblos. Era el encargado de barrer la plaza tras el mercado semanal de los miércoles y solía comerse las frutas y verduras que quedaban en el suelo, "así como alguna gallina enferma que alguien le daba". 'Cullera' "vivía como un miserable", pero a su muerte saltó la sorpresa: en su domicilio se encontraron una gran cantidad de billetes en el interior de cajas de Cola-Cao, un caso en el que el autor no puede evitar trazar un paralelismo con uno de los más famosos episodios de corrupción ocurridos en los últimos años en Mallorca.

Otro caso curioso es el de Joan Jaume Florit, 'Joan Batlote', que murió en la prisión de Can Mir durante la Guerra Civil después de iniciar una huelga de hambre como protesta por su reclusión. El motivo pone los pelos de punta: en una barbería dos chicas de la sección femenina quisieron colgarle una banderilla a cambio de un donativo para ayudar al frente. "Él se negó porque solo llevaba la moneda para pagar al barbero", explica Florit. Poco después, fue denunciado como traidor a la patria y trasladado a Can Mir. "Murió tres semanas después con 31 años" después de negarse a comer nada.

Otros personajes son recordados con mucho cariño por el autor, como Jacoba Juan Fiol, 'Jaumeta', que vendía chucherías a los niños de la época, o Maria Jordà Matas, 'Maria Brondera', que "era toda una institución" y se dedicaba a recoger semillas de hinojo para elaborar los 'botifarrons'. "Hay una anécdota sobre ella, y es que estaba muy peleada con un hermano suyo; cuando este murió, Maria se vistió de rojo para expresar su alegría; hoy están enterrados uno junto al otro".

También se recuerda a Catalina Jordà Lladó, 'Emperadora', una "curandera con un carácter muy fuerte". Siempre solía tener tertulias montadas en su casa alrededor de un brasero. "Un día debió enfadarse y decidió orinar sobre el brasero para apagarlo y echar a los contertulios", recuerda Florit.

El personaje más contemporáneo es Nadal Alzamora, 'Antelm', que murió en 2011. "Era un soltero poco trabajador que solía frecuentar los bares del pueblo para que le invitasen a beber". Existen divertidas anécdotas sobre su figura. "Un día que tocaba la armónica en Can Castell se fue al baño dejando el instrumento a la vista y el dueño del bar aprovechó para fregar un pimiento picante por la boca de la armónica, ya se puede imaginar lo que pasó".

Cuando 'Antelm' murió, alguien dejó una flor roja en la aldaba de la puerta de su casa. Cuando se seca, se la cambian por otra flor fresca. Nadie sabe todavía quien lo hace.

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