Los patos, tanto los vivos como los de plástico, revolotearon ayer por Es Generador de Son Caliu, en un ejercicio de política faunística muy particular. El primero que los trajo a colación fue el teniente de alcalde de Sí Se Puede, Fernando Alcaraz, quien colocó nueve juguetes de goma con forma de animales (entre ellos patos) en los asientos vacíos que debían ocupar los regidores del PP. Con esta ´performance´, quiso denunciar el "ninguneo del PP hacia los vecinos". A esa misma hora, los ediles ´populares´ se concentraban delante de la sede consistorial de Calvià vila, para escenificar su protesta por el hecho de que el pleno de rendición de cuentas se celebrase en Es Generador, lo que calificaron de "circo mediático". Sobre el gesto de Alcaraz, el líder local del PP, José Manuel Ruiz, lamentó su "falta de respeto, ignorancia y poca talla política". Menos cruento fue el debate sobre los patos vivos que, de un tiempo a esta parte, han proliferado mucho en Santa Ponça. Un vecino de esta localidad intervino en el turno dedicado al público para alertar de que suponen un riesgo, y algunos de los presentes recordaron los antecedentes de las cotorras argentinas, que formaron una nutrida colonia en la pinada de la playa grande.
