La asamblea de alcaldes celebrada ayer en Palma evidenció las notables diferencias políticas a la hora de consensuar un texto conjunto sobre el reparto de los fondos del impuesto turístico que tanto ha perjudicado a los ayuntamientos. PP y El Pi presentaron una propuesta alternativa que el president del Consell, Miquel Ensenyat, se negó a debatir con el argumento de que no se había presentado "en tiempo y forma". Antes de que Ensenyat decidiera dejar el tema sobre la mesa para debatirlo en una próxima asamblea de alcaldes, tanto Antoni Pastor como Jeroni Salom, portavoces de los consellers de El Pi y el PP en el Consell, criticaron el papel de la institución insular en la defensa de los intereses municipales.

Pastor se mostró contundente al acusar al Consell de ejercer de "monaguillo" del Govern y de no representar los intereses de los ayuntamientos por haber "dado por bueno" el reparto de los fondos aprobado por el Govern y que no beneficia a ningún proyecto presentado por las instituciones locales. "Ha creado un gran perjuicio a todos los ayuntamientos de Mallorca, que invirtieron tiempo y dinero en elaborar los proyectos, es un tema muy grave y una falta de respeto al municipalismo", apuntó Pastor.

Salom, por su parte, dijo que la propuesta presentada por PP y El Pi debería debatirse en la reunión de ayer y avanzó que ambos partidos reclamarán la convocatoria de una asamblea extraordinaria para tratar solo esta cuestión.

El president Ensenyat se negó a "reproducir" en la asamblea de alcaldes los debates políticos del Consell y se mostró partidario de consensuar los puntos antes de su inclusión en el orden del día. La falta de acuerdo motivó la retirada de esta cuestión, una decisión que no compartieron diversos alcaldes del PP como Sebastià Sagreras (Campos) o Martí Sansaloni (Petra), que apostaron por debatir el tema en la misma asamblea de ayer e instaron a Ensenyat a justificar muy bien su decisión de retirar el punto del debate.

El president del Consell replicó que "hay dos documentos, el de la mesa de la asamblea y el presentado el pasado martes por PP y El Pi, y será difícil llegar a un consenso en diez minutos".

Las dos propuestas coincidían en el fondo de la cuestión pero no en las formas. En resumen, instaban al Govern a modificar las reglas de funcionamiento de la comisión encargada de decidir el reparto de los fondos del impuesto turístico para dar más peso a los municipios y a establecer criterios objetivos, por zonas o administraciones, en el reparto de los fondos. La discrepancia política se basaba en la diferente redacción de la exposición de motivos, que en el caso de la propuesta de PP y El Pi se mostraba muy crítica con el ejecutivo autonómico por obviar las necesidades municipales.