La presidenta del Govern, Francina Armengol, vinculó ayer una futura mejora del servicio ferroviario público de Mallorca a un acuerdo entre la empresa Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) y la plantilla de trabajadores que permita poner fin a las jornadas de huelga que el comité viene convocando desde hace meses para reclamar, entre otras cuestiones, un aumento de la plantilla, principalmente de maquinistas.

Armengol admitió que la escasez de la plantilla de SFM es uno de los principales motivos por los que la empresa pública implantará a partir de hoy viernes una reestructuración de frecuencias y horarios que ralentizará el servicio y eliminará un 30% de viajes de tren en todo el corredor. "No nos gusta tener que reducir frecuencias", apuntó la jefa del ejecutivo autonómico, aunque añadió que la reducción de servicios "es imprescindible en estas circunstancias debido a la dificultad de contratación pública, por muchas cuestiones que, en algunos casos, no dependen del Govern".

La presidenta expresó su deseo de que la reducción del servicio ferroviario que hoy entra en vigor "sea lo más breve posible" para "apostar de una forma muy clara por aumentar frecuencias y trayectos en el transporte público", circunstancias que dependerán, a su entender, de una pronta resolución del conflicto laboral entre SFM y trabajadores y de la culminación del proyecto de electrificación entre la estación de enlace y las localidades de Manacor y sa Pobla.

Nueva jornada de huelga

Mientras los usuarios intentan digerir la nueva reestructuración horaria, el servicio padeció ayer un día más las consecuencias de una nueva jornada de huelga que, como ya es habitual, provocó retrasos en todo el corredor y algunos incidentes que, según la asociación de usuarios, evidencian una falta de mantenimiento del ferrocarril. En concreto, en el tren de Inca a Palma de las 6,20 horas se produjeron reclamaciones porque en uno de los vagones solo había una salida por la anulación de una de las puertas. "Cuando los trenes van llenos, la gente tiene que atravesar todo el pasadizo para poder salir", explicaron fuentes de la asociación.

El citado colectivo expresó ayer malestar con los cambios "en horas punta y con los trenes llenos a rebosar". Los usuarios denuncian que desde hace meses soportan las consecuencias de un conflicto que "no se arregla y en el que los más perjudicados son los viajeros". Reprochan al Govern que su política de transporte público anteponga los intereses turísticos a los de los propios residentes.

Por su parte, el grupo ecologista GOB calificó ayer de "inadmisible" la reducción de frecuencias y servicios del tren, que "se suma a la rebaja de frecuencias, líneas y subida de precios para contentar al sector del taxi en las nuevas líneas del aeropuerto". El GOB cuestionó la apuesta del Govern progresista por el transporte público tras la "dura estocada" al servicio ferroviario.

Algunos alcaldes de municipios afectados por la reducción del servicio también lamentaron ayer la decisión del Govern. El alcalde de Inca, Virgilio Moreno (PSOE), explicó que anteayer se puso en contacto con la gerencia de SFM para pedir explicaciones por esta cuestión "preocupante" y expresó su deseo de que en un futuro próximo se aumente la calidad del servicio para que sea "más ágil". El alcalde de sa Pobla, Biel Ferragut (Independents-El Pi) señaló que la reducción "no es una buena noticia" porque "lo que queremos es tener más servicio tanto de tren como de transporte por carretera".