Los vecinos del pueblo de ses Salines tienen dos meses desde ayer para ´aprender´ a tirar bien sus residuos. Y es que la instauración, el pasado 30 de enero, de la recogida de bolsas puerta a puerta ha hecho que muchos, o bien no acierten con el tipo de basura que deben sacar a la calle el día adecuado para su reciclaje, o bien no puedan cumplir con los horarios de tarde para depositarlas a tiempo para que la concesionaria las retire.

Eso ha hecho que el Ayuntamiento, a petición del Partido Popular, se vea obligado a abrir el punto de aportación para que puedan acudir a lanzar la basura en sus contenedores como de costumbre, hasta que no se halle una solución concienciadora y el hábito sea adquirido por todos.

La puesta en funcionamiento del puerta a puerta, pensada para aumentar el reciclaje, ha hecho que los contenedores tanto urbanos como rústicos sean retirados, lo que ha descolocado a determinados vecinos, que además no aciertan en la separación por días de los residuos, lo que hace que los basureros no los recojan y a cambio dejen una pegatina indicando el error.

"Nosotros ya no estábamos de acuerdo en la implantación de este sistema en ses Salines, por lo que al menos solicitamos un periodo para que se puedan seguir tirando las basuras en contenedores, en el punto de aportación", situado en la entrada del pueblo desde Campos, explica el portavoz del PP, Juan Rodríguez. "De lo contrario se continuarán sucediendo las malas prácticas de muchos vecinos incívicos, que lanzan sus bolsas dentro de vallados o en contenedores en rústico de municipios vecinos", alega.

El ayuntamiento saliner, que hizo público esta semana el notable aumento del reciclaje en el pueblo, de hasta el 71% en tan solo un mes, permitirá que durante 60 días todos los vecinos puedan lanzar sus residuos, orgánicos o no, en el punto de aportación, en principio pensado para la gente de foravila, quienes además dispondrán de una tarjeta para poder acceder al recinto.