Miguel Nebot, uno de los pioneros del turismo en Cala Bona y fundador de Marins Hotels, fallecía ayer. Nacido en 1931, a finales de la década de los 50, dejó su trabajo en Palma para marchar a Cala Bona con su esposa Catalina, con quien acababa de casarse. En esos momentos tomó las riendas de la Fonda de Cala Bona (hoy hotel), propiedad de sus suegros, que la regentaban desde 1924. Cuando en la zona había únicamente el pionero Hotel Eureka y el Hotel Sabina.

Miguel y Catalina iniciaron así la ampliación de la fonda que solo disponía de unas pocas habitaciones con un baño comunitario. Según rememoraba hace un año en este periódico aquella ampliación fue muy difícil, ya que no había casi cemento en la isla. Él con su coche, hacía viajes a una fábrica de baldosas de Petra, donde le vendían sacos a 100 pesetas, del cupo que tenía la fábrica.

Poco a poco el establecimiento se agrandó con más habitaciones y servicios. La promoción turística de aquellos tiempos era difícil, él acudía a las agencias de viajes de Palma y tenía que enseñarles sobre plano no solo la ubicación de su hotel, sino también dónde estaba Cala Bona. Su funeral se oficiará hoy a las 20 horas en la parroquia de Son Servera.