En el pasado pleno celebrado en el ayuntamiento de Marratxí se aprobó por unanimidad de todas las formaciones políticas representadas en la corporación la inicación del proceso de permuta de unos solares de propiedad privada, con la particularidad de que en una de estas parcelas se encuentra ubicada la cueva de enterramientos de Son Caulelles, un monumento que fue declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1966, un indicativo de su interés patrimonial.

La valoración efectuada por el Ayuntamiento de los solares privados asciende a la cantidad de 670.000 euros. Las parcelas tienen una extensión aproximada de 10.000 metros cuadrados.

La operación aprobada por la institución municipal consistirá en la permuta de estos solares privados por otras dos parcelas de propiedad municipal más una aportación económica de 90.000 euros.

Monumento catalogado

La cueva prehistórica catalogada está ubicada a muy poca distancia del campo de fútbol y del centro escolar Cosra i Llobera. El yacimiento está reflejado en el corpus de toponimia de Mascaró Passarius como uno de los monumentos pretalayóticos más interesantes de la zona.

En el año 2014 el partido Més per Marratxí presentó una moción en la que instaba al Consistorio a la conservación y recuperación de la cueva para que pueda ser visitada y debidamente acondicionada.

Los años han ido transcurriendo y el abandono es total, a pesar de tratarse de un documento con la categoría de BIC. La puerta de acceso a la cueva está estropeada y en su interior se puede observar una gran roca y mucha suciedad. En la entrada se evidencia la dejadez que se ha venido denunciado a través de los medios de comunicación, principalemente por parte de la desaparecida revista local Pòrtula, que ya desde sus inicios en el año 1982 venía reclamando que el Consistorio se hiciera con los solares de este monumento para su conservación y mantenimiento.

Ahora, 51 años después de su declaración como BIC por parte el gobierno central, parece que al fin será una realidad que este monumento pase a ser de propiedad municipal a través de una operación de permuta y se pueda limpiar y proteger, por lo que se cumplirá una vieja reivindicación de los vecinos.