"Para cumplir con la ordenanza acústica, tendrían que cerrar todos los bares a las nueve de la noche". Ésta es la postura escéptica sobre el nuevo sistema de control sonométrico que expresó ayer el presidente de la Acotur, Pepe Tirado. Señaló que ve "muy difícil" que todos los negocios cumplan con la obligación de tener instalados los nuevos limitadores antes del próximo 30 de abril. Igualmente, consideró improbable que la normativa se exija de igual forma a todos los sectores. "Yo quiero saber quién le va a poner el cascabel al gato a las grandes compañías hoteleras que ponen música, a los grandes grupos de ocio nocturno, a los que hacen fiestas al aire libre", argumentó Tirado. Remarcó la "preocupación de los pequeños y medianos empresarios" por los nuevos controles acústicos. "Están preocupados, porque es una norma que no está consensuada con el sector. No es lo mismo un bar que esté en una zona residencial como es Capdellà que en una zona de ocio como Magaluf", agregó.
