En su comparecencia ante los vecinos de Sineu, el nuevo obispo Sebastià Taltavull se mostró claro frente a los grandes problemas de la Iglesia mallorquina: la falta de dinero y de vocaciones. En este sentido, el prelado hizo un llamamiento desesperado a los feligreses para promocionen la ordenación de nuevos sacerdotes porque, en caso contrario, "deberemos cerrar parroquias por falta de capellanes".

Dirigiéndose a los feligreses, Taltavull exclamó: "Haced capellanes, porque estos se hacen en el ámbito de la familia". El obispo lamentó que hoy "no está bien vista la vocación religiosa" y se preguntó el "porqué de esta persecución contra la Iglesia". Taltavull recordó que cuando él anunció a su familia su voluntad de ingresar en el Seminario, "me acompañaron". Por contra, actualmente "los padres dicen a sus hijos que no quieren que estudien para ser sacerdotes", lamentó.