El ayuntamiento de Pollença ha incluido entre sus previsiones de actuaciones para este año la adecuación del chiringuito de Balaixa, ubicado en Cala Sant Vicenç, con el objetivo de habilitarlo como oficina de información turística, un uso que el Consistorio todavía no tenía claro hace unos meses, cuando el pleno aprobó la expropiación de esta zona verde hoy abandonada.

El equipo de gobierno formado por Junts Avançam y Unió Mollera Pollencina ha anunciado estos días que "ha llegado el momento de realizar la inversión necesaria" para transformar el antiguo chiringuito en oficina de información turística.

Además, el proyecto que pretende ejecutar el ayuntamiento 'pollencí' también contempla la adecuación del entorno inmediato de la zona verde de Balaixa y la eliminación de barreras arquitectónicas en la zona.

La partida que se incluirá en los presupuestos del presente año 2017 será de 50.000 euros. Las cuentas todavía no han sido aprobadas por la institución municipal, que asegura que se elevarán a votación en el pleno ordinario de este mes de marzo para su aprobación inicial y posterior exposición pública.

La adecuación de la zona verde de Balaixa y del chiringuito que permanece en la parcela es una antigua aspiración del Ayuntamiento que finalmente se llevará a cabo en los próximos meses.

El pasado mes de noviembre, la corporación municipal aprobó en un pleno extraordinario una modificación de crédito con el objetivo de expropiar la parcela de Balaixa, marcada como zona verde en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). La adquisición forzosa de la zona, que había sido solicitada por la propiedad, se formalizó por un precio de 215.250 euros, una cantidad que ahorraba 70.000 euros con respecto a la valoración que realizó el Ayuntamiento de la finca hace unos años. La operación incluyó toda la parcela, de 176 metros cuadrados.

Según un informe del arquitecto, la construcción presenta un mal estado exterior, aunque óptimo en el interior, lo que evitará la ejecución de una reforma de gran calado.

En la pasada legislatura, el anterior equipo de gobierno del PP propuso la adjudicación del chiringuito de Balaixa a una empresa privada para que lo explotara durante veinte años y después cederlo al Ayuntamiento definitivamente. La operación no llegó a cuajar porque la empresa finalmente retiró la propuesta.