Una media tonelada de residuos y maleza retiraron ayer un grupo de voluntarios, convocados por la organización ecologista Gadma, del entorno del pozo municipal d´en Torrens (Binissalem). Se trata de un elemento catalogado que data aproximadamente del siglo XVI, según la organización.

En la jornada estuvieron presentes algunos ediles de la mayoría y de la oposición así como el alcalde, Andreu Villalonga. El responsable municipal informó de que la de ayer era la primera actuación prevista entre el Ayuntamiento y Gadma para desarrollar pequeños proyectos de mantenimiento de elementos de valor etnológico o patrimonial como el cementerio viejo o la ruta de la Panada, entre otros. Se han destinado 5.000 euros al programa.

Binissalem cuenta con cinco pozos públicos: el Poal, el Salat, el d'en Torrens, el Bo y el de sa Creu. Los tres primeros están en parajes rurales y los últimos en el casco urbano. El que se encuentra en peor estado es el Pou Poal, que necesita una restauración. Bernat Fiol, portavoz de Gadma, explicó al respecto que para "efectuar esta intervención se necesita una ayuda del Consell ya que hay que hacer obra: levantar dos pilares, arreglar una pared del vecino, una acequia y un enrejado".

Cesar Moreno, edil de Més, manifestó ayer que su grupo pedirá que se lleve a cabo una rotulación adecuada de los pozos públicos "para que el visitante sepa lo que ve y la importancia que tiene".