Entre los grandes centros hospitalarios y el médico de cabecera que difícilmente llega al lecho doméstico de la indisposición, quedan otras lagunas asistenciales que vienen a confirmar que la sanidad es mejor en términos generales, en macro cifras, que en números inferiores de la discreta asistencia extra hospitalaria. Los PAC plasman bien esta realidad. Tanto que tienen serias dificultades para responder con holgura a su denominación de punto de atención continuada.
La coordinadora médica del centro de Binissalem abandona, UGT dice que no resulta extraño a la vista de cómo están las instalaciones y los recursos humanos. El alcalde eleva su queja al Ib-Salut cansado de obtener la callada por respuesta en instancias más inmediata. Binissalem tiene lógica preferencia por Inca pero le hacen depender del hospital de Son Llàtzer.
Su PAC está anémico por falta de nutrientes básicos. No es el único. Solo el que está en el candelero hoy. Con los PAC a la deriva, las urgencias hospitalarias se colapsan más.
