Unas cien personas recorrieron ayer por la mañana los aproximadamente dos kilómetros que separan el solar del Ecobarri de Campos, donde el Govern tiene proyectada la nueva escuela pública de Campos, del CEIP Joan Veny i Clar. Familias enteras en bici, sobre patines o a pie hicieron sonar durante todo el recorrido unos pitos especialmente pensados para hacer reflexionar, una vez más, tanto a la conselleria de Educación como al ayuntamiento campaner, por el retraso acumulado en la construcción de la nueva escuela pública que resuelva de una vez por todas los graves problemas de espacio que padecen alumnos y profesores desde hace años, y que ha llevado a la Conselleria a tener que ir instalando en el patio cada vez más aulas prefabricadas.

Y es que desde la última reunión entre Apima y Govern llevada a cabo en diciembre, los padres no han vuelto a tener noticias sobre cuando va a empezar la construcción, pendiente de la cesión municipal de los terrenos.

Al finalizar la marcha tanto niños como adultos pudieron disfrutar de la Ludoteca de Jardí, con diversos juegos gigantes y reciclados colocados especialmente el patio del actual colegio.