Bunyola ya recicla más residuos que los que incinera. En 2016, por primera vez desde que se implantó el sistema puerta a puerta en el año 2006, la recogida selectiva superó el 50%. En concreto, en el año 2016 el municipio envió el 52% de los residuos a reciclar, la cifra más alta alcanzada nunca, mientras que el rechazo se redujo al 48%.

El Ayuntamiento hizo pública esta cifra durante las charlas informativas que en las últimas semanas ha realizado en Palmanyola, Bunyola y Orient para hacer balance de los cambios realizados en esta legislatura en el sistema de recogida de residuos.

Las cifras oficiales reflejan un incremento importante de la recogida selectiva en los últimos dos años, tras siete años de descenso que la situaron alrededor del 30%, con un mínimo del 29% en los años 2010 y 2014. En 2015 ya había aumentado al 37% y el año pasado llegó al récord del 52%.

En los últimos tres años el consistorio también ha conseguido reducir el déficit de la recogida de residuos en más de 190.000 euros. Si en el año 2014 el déficit se situaba en los 467.543 euros, el año pasado fue de 274.298 euros. También se han aumentado los ingresos pasando de 588.303 euros en 2014 a 660.848 euros en 2016.

"A más recogida selectiva, menos déficit", afirma Agustina Vilaret, concejal de Medio Ambiente, que el año pasado por primera vez también consiguió que el gasto total de la recogida de residuos fuera inferior al millón de euros pasando de 1.005.566 en 2015 a 935.146 en 2016.

No obstante, Vilaret advierte que el actual déficit todavía no permite realizar bonificaciones en la tasa a los vecinos que reciclen correctamente. Sí que se ha aprobado bonificar 20 euros anuales a los vecinos de diseminados, a los que no se les puede ofrecer el servicio de recogida puerta a puerta y tienen que depositar sus residuos en los puntos verdes de Bunyola o Palmanyola, tras la supresión de los puntos de aportación de residuos situados en varios puntos del municipio como es Garrigó, Can Gual, Can Penasso o la estación del tren, entre otros.

El consistorio enmarca esta supresión por el mal uso que se daba a estas zonas, con una acumulación constante de residuos sin separar correctamente. Su eliminación se ha llevado a cabo de forma paulatina durante el último año y ha coincidido con la adecuación de los dos puntos verdes del municipio, que ahora tienen un horario de apertura y vigilancia.

Además, el consistorio destaca que se ha aumentado la recogida de materia orgánica un día a la semana y que también se ha mejorado la recogida selectiva en bares y comercios. Próximamente también se implantará el sistema de bolsa roja para los residuos no reciclables.

El Ayuntamiento está trabajando en la redacción de una nueva ordenanza de residuos que recoja todas las peculiaridades del sistema de recogida puerta a puerta, ya que la actualmente vigente se aprobó en 2005, cuando todavía no se aplicaba este sistema.

El próximo mes de junio también finaliza el contrato con la actual empresa adjudicataria del servicio de recogida y deberá convocarse un nuevo concurso público.

Además, el consistorio bunyolí afirma que intensificará a partir de ahora sus acciones contra los vecinos que sacan los residuos a la calle fuera del horario establecido. Durante los próximos meses se prevé que policías locales vestidos de paisano controlen todos los puntos conflictivos de vertidos y acumulación de residuos tanto en el núcleo urbano como en el extrarradio e impongan sanciones a los vecinos que no respeten los horarios de la recogida puerta a puerta.