Los proyectos de megaparques fotovoltaicos en Mallorca se van topando con nuevos obstáculos. Ayer, la subcomisión de Medio Ambiente del Govern debía pronunciarse, y la propuesta técnica del ponente era favorable a la polémica iniciativa del gran parque solar previsto en la Marina de Llucmajor. No obstante, al final, in extremis, se acordó aplazar el veredicto. ¿El motivo? Ahora se ha detectado que el planeamiento municipal de Llucmajor de 1984 contempla los terrenos afectados por dicho proyecto como suelo rústico con interés paisajístico y ecológico.

Por ello, la Comissió de Medi Ambient de les Illes Balears, presidida por Antoni Alorda, estudiará lo que ello representa, ya que si hasta ahora se creía que era rústico común, sin más, no habría impedimentos, si bien con la calificación complementaria de interés paisajístico y ecológico "se supone que sólo puede autorizarse la actividad agraria, natural, forestal, a excepción de que haya un proyecto de interés público real".

Así, la Comissió de Medi Ambient atiende en parte las peticiones del Consell de Mallorca y Ajuntament de Llucmajor. Recientemente, el Consell se posicionó, rechazando el megaparque de Santa Cirga (Manacor) y el de sa Caseta (el otro parque que se promueve en la Marina).