La reforma de la carretera de Puigpunyent avanza hacia la recta final. Se trata de una vía que también puede considerarse como la manera más directa de acceder a la Serra de Tramuntana desde el aeropuerto. Suelen recorrerla una media de 4.479 vehículos al día, en la parte más cercana a Palma, y unos 3.147, en la zona más próxima a Puigpunyent.

"Se trata de una reivindicación de la pasada legislatura", explica Biel Ferrà, alcalde de Puigpunyent. "Estamos satisfechos de que el Consell de Mallorca haya decidido arreglar la carretera, pero también hay que recordar que quedará pendiente acondicionar la zona donde se cruzan los torrentes den Faveta, Son Puig y Son Pont con el de la Riera; para el Ayuntamiento y los ciudadanos es muy necesaria porque si el torrente se desborda puede ser mortal, como ya pasó una vez", señala Ferrà.

Pese a no haberse realizado esta actuación, el alcalde apunta que el departamento de Recursos Hídricos tiene elaborado un proyecto y que está previsto que el área de Infraestructuras lo ejecute próximamente.

La reforma actual se ha centrado en reforzar el pavimento y mejorar los sistemas de contención, unas obras que han sido sufragadas por el departamento de Territorio e Infraestructuras del Consell de Mallorca por un importe total de 1,4 millones de euros y una duración de tres meses. La empresa que lleva a cabo la ejecución del proyecto es Aglomsa, que en una primera fase se encargó de la limpieza de cunetas, eliminando hierbas, ramas de arbustos y suciedad. En una segunda fase procedió a la reposición de las capas del pavimento más deterioradas, especialmente las afectadas por las raíces, y aplicó una primera capa de asfalto a la vía. Las obras finalizarán dentro de poco con la aplicación de una nueva capa asfáltica para mejorar la adherencia y con la mejora de los sistemas de contención de los tramos más peligrosos con barreras de madera dotadas de protección para motoristas.

Peligros en la calzada

Algunos vecinos piensan que los árboles situados al lado de la carretera e inclinados hacia la vía son un peligro. De hecho, el mes de octubre, cuando todavía no habían empezado las obras, un pino cayó sobre la carretera, afortunadamente sin causar daños físicos.

También opinan que otro de los elementos peligrosos en la carretera son los postes de electricidad que se encuentran en dirección a Puigpunyent, desde el desvío de Son Roca hasta casi llegar a la zona de Establiments. El motivo es que se encuentran dentro de la propia vía y podrían provocar un accidente.

El alcalde Biel Ferrà también comentó la necesidad de mejorar la carretera entre Puigpunyent y el núcleo de Galilea, "tanto en pavimentación como en limpieza".

El proyecto de reforma de esta vía también contemplaría la necesidad de colocar barreras de protección, especialmente entre Conques y Son Cortei, donde hay mucha humedad y el pavimento es deslizante, con el consecuente peligro. "De hecho, en esta zona ha habido varios accidentes por este motivo", recuerda el alcalde de Puigpunyent.