El abandonado Hotel Porto Petro tiene sus días contados. Desde hace lustros es objeto de críticas por su mala imagen y los riesgos que representa. El ayuntamiento de Santanyí pretende, en su lugar, facilitar aparcamientos y construir una plaza. La ubicación es idónea: transitada calle Cristòfol Colom y, además, junto a la iglesia de la localidad costera.
El consistorio, dirigido por el alcalde Llorenç Galmés (PP), promueve una permuta para hacer posible esta importante iniciativa. En concreto, el propietario del vetusto Hotel Porto Petro asumiría el gasto de la demolición, que se calcula ascienda a entre 85.000 y 115.000 euros, dejando el solar limpio. Los trabajos tendrían que estar listos como máximo antes de la Semana Santa de 2018.
A cambio, el consistorio dejaría de tener en propiedad una zona verde pública situada en Cala Egos, justo ante el Caló d'es Pou. Precisamente esta zona verde viene siendo explotada desde hace años, y gracias a una concesión, por el Hotel Rocamarina, cuyo titular es el mismo dueño del Hotel Porto Petro. En dicha zona verde hay piscina, jardín, pistas de tenis, bar-restaurante, etc.
El Hotel Porto Petro (planta baja y tres pisos) que se contempla derribar fue construido en el año 1965, según consta en la ficha catastral. El solar suma 391 m2 y da a las calles Església y Cristòfol Colom. Mientras que la zona verde de Cala Egos (Avinguda es Fortí), objeto de permuta, ocupa 4.649 m2. Una valoración del arquitecto municipal fijó 609.060 euros la zona verde de propiedad municipal, y 651.427 el terreno de Portopetro propiedad de la entidad Hotelera Rocamar SL.
Ya en la pasada legislatura, el alcalde Galmés anunció a Diario de Mallorca la intención de firmar próximamente un convenio con la propiedad privada del Hotel Porto Petro. Durante años el inmueble ha ido acumulando suciedad, ha sido invadido por okupas y objeto de vandalismo. Ha exhibido cartel de 'se vende' y facilita el contacto de una inmobiliaria. Residentes y turistas han lamentado en las últimas décadas la penosa dejadez junto a la iglesia y sede de la asociación de vecinos y amigos de Portopetro.
La cada vez mayor afluencia de visitantes, así como la creciente oferta de restauración de la zona (cada vez más restaurantes, algunos con reconocida fama) y la organización de ferias, muestras y diferentes eventos, motivan en gran medida, según las autoridades, esta operación urbanística.
A mediados de la década de los cincuenta, del siglo XX, se ejecutaron las obras del oratorio dedicado a Nostra Senyora del Carme. Ahora parece que, al fin, se hará realidad una explanada al lado.
