La Denominación de Origen (DO) Binissalem, que engloba a los municipios de Binissalem, Consell, Santa Maria, Sencelles y Santa Eugènia, ha elaborado durante la campaña de 2016 un 3,56% más de vino que en 2015. No es una cifra que se salga de lo normal pues todas la comarcas vitivinícolas experimentaron una subida el año pasado, que cabe recordar que fue el más productivo de los últimos diez. Sin embargo, sí es destacable que produjo más vino a pesar de perder superficie de viña. Y es que la DO Binissalem sufrió en 2016 una merma de un 4,17% de terreno productivo.

En estos momentos, la comarca vitivinícola de Binissalem cuenta con 347,27 hectáreas de viñedos cuyos propietarios entregan su producción a bodegas inscritas en el consejo regulador. El año pasado esa cifra era de 362,37 hectáreas y en 2014 era de 473,46 hectáreas. El año de mayor superficie fue 2009, cuando contaba con 576,94 hectáreas. Estas cifras demuestran que la reducción ha sido progresiva.

La causa ha sido el abandono de varias empresas que formaban parte de la DO y que han decidido emprender otros caminos. Fuentes del Consejo Regulador explican que “estas empresas contaban con una serie de payeses que les vendían su vendimia y su marcha ha supuesto también la de los payeses, que a pesar de estar inscritos venden su fruta fuera de la denominación de origen”.

A pesar de esta circunstancia adversa, la campaña de 2016 ha significado un aumento en cuanto a producción. Los payeses entregaron a las bodegas un total de 2.048.275 kilos de racimos frente a 1.977.107 kilos que habían entregado en 2015.

Razones

Una portavoz autorizada de la DO explica que “existen dos razones para explicar este aumento. La primera es que las condiciones ambientales de 2016 fueron excepcionales”. La misma portavoz sostiene que algunos payeses se asombraron “por como había madurado la variedad autóctona mantonegro, que es muy complicada y presenta numerosos problemas”.

La segunda razón esgrimida por la DO es “la entrada en producción de bastantes hectáreas de viñedos jóvenes”. Explica que hay bastante superficie nueva, bien porque ha sido dada de alta de nuevo o bien porque se han sustituido viejos viñedos. “Nadie duda, porque es de lógica, que una plata joven es mucho más productiva cuando alcanza su plenitud que una cepa vieja”, indica la misma fuente