Tras las lluvias de ayer, los torrentes de Porreres volvieron a llenarse. Especialmente en el camino de Son Gardana, zona por donde corre la Poruga, una torrentera invadida por varias construcciones en los últimos años. En la entrada en Porreres por la rotonda del Pou Nou, el agua seguía corriendo sobre el asfalto, haciendo invisibles las acequias de ambos arcenes.