Fin de semana de lo más católico, tradicional, artístico, gastronómico, saludable, musical y entretenido. No en vano, la fiesta en honor a Sant Blai, en el emblemático oratorio situado cerca de la carretera Campos-Colònia, ofreció actos para todos los gustos y todas las edades el viernes, sábado y domingo. Ayer fue la jornada más multitudinaria. No faltó el baile de los Óssos.